Llega el momento de las nuevas tendencias que rompen con la estética de modelo de extrema delgadez, que no llega ni al pomo de la puerta de la poca energía que tiene. Una auténtica Barbie.

«Uy, eres preciosa pero tendrías que adelgazar dos o tres kilos», «así o asá estarías mejor», la gente no se corta un pelo. Pero quién le ha dado potestad al resto de la humanidad para ser jueces de moda, salud o estética. Pero mujeres como Ana Pizarro, conocida como The Duchess, o Tess Holliday, protagonizan campañas donde se muestran orgullosas de sus curvas. “El problema es que siempre se ha relacionado la gordura con la fealdad y en esto los medios y el canon impuesto han tenido mucho que ver. «¿Acaso no se puede ser guapa y estar gorda?“, dice Ana Pizarro.

 

Hay una nueva campaña en Amazon, que trata de empoderar a las mujeres y hacerlas sentirse bellas, que lucha contra la talla única, que lo que hace es crear frustraciones y que muchas mujeres odien salir de compras.

 

Pero Pizarro y Holliday no son las únicas modelos que han roto los cánones establecidos. Encontramos otras bellezas de la tendencia curvy como Tara Lynn, Candice Huffine o Ashley Graham, que han tenido que enfrentarse a lo «socialmente establecido» por ejemplo, la polémica de Ashley Graham con Sports Illustrated, ya que era la única modelo curvy que aparecía en un especial de bikinis, pero desgraciadamente, no formaba parte del reportaje, se trataba de una casualidad ya que su anuncio publicitario se encontraba en la revista.

 

Las chicas pueden encontrar una referencia en la modelo Tara Lynn, que tras sufrir en su adolescencia problemas de imagen corporal se ha convertido en una conocida modelo internacional. Lo mismo sucede con Candice Huffine que comenta en sus entrevistas que el aumento de mujeres curvys, como Beyoncé o Scarlett Johansson es una realidad que no puede negarse.
Cierto es que aún queda mucho trabajo de visibilización, y de trabajo en respeto, pero sumando esfuerzos llegaremos a una sociedad que no fomenten los desórdenes alimenticios ni las carencias afectivas.

 

Ana Pizarro realiza unas observaciones muy lúcidas sobre la situación actual: “Queda mucho trabajo. Sí veo cambios en campañas, revistas, publicidad, etc. Pero no dejan de ser notica porque la situación no está normalizada, si fuera algo normal no habría necesidad de anunciarlo” y señala que “todas las mujeres somos reales, sin excepción. Lo que no es real es la forma de retratar e idealizar a la mujer en los medios. El hecho de imponer esa delgadez extrema como algo habitual y común es muy hipócrita“.

 

¿Entonces las tallas grandes comienzan a partir de la 38? En realidad es absurdo, pero aún siendo así, reivindicamos desde este espacio la creación de espacios de visibilización para tallas grandes femeninas y masculinas. No más modelos con cuerpos irreales y desnutridos. No queremos modelos que creen frustraciones y expectativas irreales en las futuras generaciones. No queremos trastornos de la conducta alimentaria, ni enfermedades relacionadas directamente con la nutrición.

 

Queremos modelos que reflejen la sociedad, no que sean un 1% de la población y además estén retocadas con Photoshop.

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